Regalar una flor es un gesto de amabilidad y generosidad, un detalle que se agradece más que cualquier objeto valioso.
Con este pequeño gesto, podemos hacer felices a personas y conseguir más de lo que parece. Lo importante es hacerles sonreír y que su sonrisa nos transmita su grado de felicidad.
Durante toda una mañana sorprendimos a una docena de personas regalándoles flores con un pequeño mensaje: "Sonríe que la vida vuela".
Con este pequeño gesto, podemos hacer felices a personas y conseguir más de lo que parece. Lo importante es hacerles sonreír y que su sonrisa nos transmita su grado de felicidad.
Durante toda una mañana sorprendimos a una docena de personas regalándoles flores con un pequeño mensaje: "Sonríe que la vida vuela".
Las reacciones fueron caras de sorpresa y asombro, nos piden una explicación a esto y en realidad no la tiene. Simplemente queríamos tener un detalle para destapar una sonrisa y aportar algo diferente en su día.
Seguimos cumpliendo el objetivo y acercándonos a muchas más personas. El siguiente puedes ser tú.