MI EXPERIENCIA PERSONAL
Lo primero que pensé al planear el proyecto fue “en qué lío nos vamos a meter”. Pensaba que sería un proyecto como otros muchos, pero no. Este a sido realmente especial ya que nos ha motivado y emocionado mucho.
Los primeros días fueron bastante desesperantes, no sabíamos por donde empezar. Teníamos tantas ideas en la cabeza que era difícil encauzarlas. No pretendíamos promocionar a nadie ni a nada, simplemente queríamos demostrar que con algo pequeño, como nuestra idea de la felicidad, se puede llegar muy lejos. Casi nos hemos recorrido medio Pamplona buscando sonrisas, cosa que volvería a hacer otras diez veces más si fuera necesario porque realmente ha merecido la pena. Enseguida sentí que el contacto directo con las personas tenía mucho que ver con mi futura profesión de periodismo. No solo es escuchar lo que la gente dice, es también poder observar directamente sus pequeños gestos, sus ojos, sus manos, su forma de hablar mirándote fijamente o mirando hacia otro lado y claro está, en este proyecto, su sonrisa. He encontrado sonrisas medias, sonrisas frías, sonrisas tímidas, sonrisas amplias... y las mejores, las que yo buscaba: SONRISAS FELICES.
De todas las actividades que hemos hecho me quedaría con la primera: repartir dulces y abrazos a cambio de sonrisas. Ahí me di cuenta de que estaba realizando un proyecto fuera de lo común ya que la gente respondía muy bien ante tal iniciativa. En cuanto se supo de nuestra existencia, gracias a las redes sociales, la radio quiso contactar con nosotras. Todo lo bueno llega cuando menos te lo esperas y todo esfuerzo ha obtenido su recompensa.
Con una sonrisa, trabajo y buen humor este proyecto no habría funcionado, pero hemos sacado todas las ganas que teníamos y hemos transmitido felicidad allá a donde íbamos.
MAIALEN
Los primeros días fueron bastante desesperantes, no sabíamos por donde empezar. Teníamos tantas ideas en la cabeza que era difícil encauzarlas. No pretendíamos promocionar a nadie ni a nada, simplemente queríamos demostrar que con algo pequeño, como nuestra idea de la felicidad, se puede llegar muy lejos. Casi nos hemos recorrido medio Pamplona buscando sonrisas, cosa que volvería a hacer otras diez veces más si fuera necesario porque realmente ha merecido la pena. Enseguida sentí que el contacto directo con las personas tenía mucho que ver con mi futura profesión de periodismo. No solo es escuchar lo que la gente dice, es también poder observar directamente sus pequeños gestos, sus ojos, sus manos, su forma de hablar mirándote fijamente o mirando hacia otro lado y claro está, en este proyecto, su sonrisa. He encontrado sonrisas medias, sonrisas frías, sonrisas tímidas, sonrisas amplias... y las mejores, las que yo buscaba: SONRISAS FELICES.
De todas las actividades que hemos hecho me quedaría con la primera: repartir dulces y abrazos a cambio de sonrisas. Ahí me di cuenta de que estaba realizando un proyecto fuera de lo común ya que la gente respondía muy bien ante tal iniciativa. En cuanto se supo de nuestra existencia, gracias a las redes sociales, la radio quiso contactar con nosotras. Todo lo bueno llega cuando menos te lo esperas y todo esfuerzo ha obtenido su recompensa.
Con una sonrisa, trabajo y buen humor este proyecto no habría funcionado, pero hemos sacado todas las ganas que teníamos y hemos transmitido felicidad allá a donde íbamos.
MAIALEN